La mente controlada por la naturaleza pecaminosa es muerte, pero la mente controlada por el Espíritu es vida y paz. De cierto, de cierto les digo que a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto.¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para